por J. Vipsania.
La Nueva España, periódico local y regional, se hace eco en este lluvioso mes de abril de una noticia, que no pasaría de anecdótica por su contenido (ya conocemos el tratamiento que suele hacer este medio de comunicación de las noticias relacionadas con la arqueología asturiana), si no fuera por la fotografía que la ilustra.El titular de la noticia en cuestión hace referencia a la solicitud, por parte del alcalde del concejo asturiano de Lena, para crear una escuela de arqueología en La Carisa. En la fotografía aludida aparecen dos arqueólogas en plena faena durante la última campaña de investigaciones en el renombrado yacimiento: el jalón en el suelo y con el detector de metales en ristre. Una de ellas luce concentrada una llamativa camiseta adornada con el rostro de Pepe el Ferreiro, primer excavador del castro del Chao en Grandas e icónico ejecutor de una nueva metodología de trabajo: la arqueología con cucharón.
La instantánea parece hecha ad hoc para justificar la extrema necesidad de crear con urgencia esa escuela de arqueólogos en Asturias. Pero si los criterios sobre los que se fundamentará este centro profesional se van a basar en los métodos aplicados que ilustra la imagen, podemos imaginar la profundidad de la carga teórica que abordará la escuela de arqueología planteada. Y las clases prácticas, acaso dirigidas por el insigne pitero, sobre el manejo del detector de metales para el hallazgo de piezas arqueológicas. Y el jalón, para zurrar a los alumnos desaventajados, que insidiosamente insistan en volver a la cuadrícula, el sondeo y el paletín...
Ver (y leer) para creer.
Podrían impartir también un master para los piteros. Porque prácticas de estratigrafía dificilmente podrán dar en este yacimiento.
ResponderEliminarJa, ja, ja. Buenísimo...
ResponderEliminar